Cuando escuchamos la palabra sociedad de vigilancia, algunas personas pueden pensar que es algo que solo ocurre en las películas.

Pero en la realidad, ya existen enormes sistemas de vigilancia operando en todo el mundo.

Un ejemplo representativo es

 

PRISM de Estados Unidos, Echelon que data de la Guerra Fría, y Skynet de China

 

PRISM

Este es un programa de vigilancia construido por la NSA de Estados Unidos, revelado públicamente al mundo por Edward Snowden, y liderado por la Agencia de Seguridad Nacional bajo el pretexto de la lucha contra el terrorismo.

Se informa que tiene un sistema que puede recopilar datos directamente de grandes empresas de TI como Google, Apple y Facebook.

En otras palabras, los correos electrónicos que enviamos sin pensar o las fotos que guardamos en la nube pueden convertirse en objetivos de vigilancia estatal.

Se puede entender el propósito de la lucha contra el terrorismo, pero no se puede evitar sentir miedo al saber que la vida cotidiana de los ciudadanos comunes está incluida en esa red.

 

Echelon

Este es un sistema de intercepción de comunicaciones de cinco países llamados Five Eyes: Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda.

Su historia es antigua y ha estado en operación desde la época de la Guerra Fría en 1947. Inicialmente tenía como objetivo vigilar a la Unión Soviética, pero ahora se dice que abarca las comunicaciones de todo el mundo.

Teléfonos, internet, comunicaciones satelitales y otros medios pueden ser interceptados, por lo que se puede decir que es una enorme red de vigilancia que cruza fronteras.

 

Skynet

Este sistema, anunciado en 2015, combina tecnología de reconocimiento facial con cámaras de vigilancia distribuidas por todo el país.

Se ha implementado un sistema que identifica automáticamente a las personas que caminan por la calle y evalúa su comportamiento en conjunto con un sistema llamado puntaje de crédito social.

Si alguien cruza un semáforo en rojo, su rostro es captado y puede incluso ser exhibido en lugares públicos.

La distopía de las películas ya se ha convertido en realidad en China.

 

Lo que se puede entender de estos tres ejemplos es que la vigilancia no es un problema exclusivo de un país en particular.

Estados Unidos lo hace en nombre de la seguridad, Reino Unido y sus aliados como una costumbre desde la Guerra Fría, y China para el orden social y el control.

 

Aunque las razones sean diferentes, como resultado, las acciones de los ciudadanos siempre están siendo vigiladas por alguien

 

Entonces, ¿qué podemos hacer?

Puede que sea imposible evitar completamente la vigilancia.

Pero el riesgo cambia mucho dependiendo de cuánto confiemos nuestros datos y qué teléfono inteligente usemos.

AntiSpyPhone elimina los servicios de Google y tiene un sistema que permite controlar la comunicación y los permisos de acceso para cada aplicación.

Combinado con VPN y SIM anónimas, aunque no se pueda enfrentar directamente la vigilancia a escala nacional, al menos es posible reducir la situación en la que nuestra información se recopila indiscriminadamente.

Conocer la amenaza de la sociedad de vigilancia es el primer paso para protegerse.

PRISM, Echelon y Skynet parecen eventos de países lejanos, pero en realidad no están desconectados de nuestra vida cotidiana.

¿Queremos un mundo donde la vigilancia sea algo normal, o elegimos un camino para proteger un poco más la libertad?

Una pequeña decisión como elegir un teléfono inteligente puede realmente hacer una gran diferencia.